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Ubicada en la costa este de la Isla Sur de Nueva Zelanda, Christchurch es una ciudad llena de color y vida, apodada la "Ciudad Jardín" debido a sus impresionantes boutiques y jardines públicos.
Conducir en Nueva Zelanda es diferente a conducir en España. Se conduce por la izquierda y el volante está a la derecha. Los límites de velocidad en las zonas urbanas son generalmente de 50 km/h y de 100 km/h en las carreteras abiertas. Asegúrate de prestar atención a las señales de tráfico que indican las limitaciones de velocidad y no olvides tu carné de conducir internacional.
La moneda de Nueva Zelanda es el dólar neozelandés (NZD). Los precios de la gasolina son más caros que en España, pero las distancias suelen ser más cortas y el alquiler de coches en Nueva Zelanda es relativamente asequible.
Si planeas conducir a través de las montañas, un vehículo 4x4 puede ser la opción perfecta. Para los viajes en la ciudad, un compacto o un sedán serán más que suficientes. Si viajas en grupo, una minivan o camper puede ser la mejor opción.
Desde Christchurch, puedes tomar la ruta de la costa este hacia Kaikoura, famosa por su avistamiento de ballenas, o conducir hacia el interior para visitar la ciudad de Queenstown y los asombrosos fiordos de Milford Sound.
Christchurch ofrece una gran cantidad de atracciones para todos los gustos. Desde la herencia Maorí en el Canterbury Museum hasta los jardines botánicos, pasando por las aventuras en el Parque Regional de Banks Peninsula.
Al igual que en España, Nueva Zelanda tiene cuatro estaciones. Sin embargo, los meses de verano son de diciembre a febrero y los meses de invierno de junio a agosto. En primavera y otoño, el clima es templado y es una excelente época para visitar Christchurch.
No te pierdas los barrios de Riccarton y Papanui, ni tampoco dejes de visitar las playas de Sumner y New Brighton, a un corto trayecto en coche desde la ciudad.
Christchurch dispone de un aeropuerto internacional, donde se encuentran la mayoría de las compañías de alquiler de coches. También puedes recoger tu coche en las estaciones de tren y en el puerto.