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La histórica ciudad de Salisbury, ubicada en el condado de Wiltshire, Inglaterra, es famosa por su catedral medieval y las antiguas piedras de Stonehenge. Es el lugar perfecto para un viaje de exploración repleto de cultura e historia. ¿Listo para embarcarte en una aventura inolvidable a través de carreteras británicas? Aquí te dejamos todo lo que necesitas saber para explorar Salisbury conforme a tus propios términos.
Las calles de Salisbury son bastante angostas y pueden ser complicadas para los conductores poco experimentados. Por esta razón, te recomendamos optar por un coche pequeño que te permita maniobrar con facilidad. Los coches compactos son idóneos para la ciudad, mientras que los SUVs pueden ser la mejor opción si planeas explorar el hermoso paisaje rural de Wiltshire.
Salisbury es perfectamente transitable en coche, aunque debes estar al tanto de las zonas peatonales en el centro de la ciudad. El aparcamiento en Salisbury suele ser fácil de encontrar y muchos de los hoteles de la zona ofrecen servicio de aparcamiento. Sin embargo, te recomendamos que planifiques por adelantado para evitar multas o posibles complicaciones.
Salisbury cuenta con una variedad de atracciones imperdibles, desde edificios históricos hasta bellezas naturales únicas. Aquí te mencionamos algunas de las más destacadas.
Esta impresionante catedral gótica del siglo XIII cuenta con la aguja más alta del Reino Unido, de aproximadamente 123 metros. Además, aloja uno de los cuatro ejemplares de la famosa Carta Magna.
Considerado uno de los monumentos más famosos del mundo, Stonehenge se sitúa a poca distancia en coche de Salisbury. Este conjunto de piedras es un enigma histórico que atrae a visitantes de todo el mundo.
Al conducir en Salisbury, debes recordar que en el Reino Unido se circula por la izquierda. Esto puede resultar un poco chocante para los españoles, pero te acostumbrarás rápidamente. Además, la señalización de las carreteras es clara y la mayoría de los coches son automáticos, lo cual facilita la conducción por las tierras británicas.